El oro se reafirma ante el fortalecimiento del dólar y la crisis geopolítica

En un escenario donde las tensiones geopolíticas no terminar, el oro se ha reafirmado como el refugio por excelencia para los inversores, incluso frente a un dólar fortalecido y un incremento en los rendimientos de los bonos del Tesoro de Estados Unidos. Este fenómeno se evidenció claramente hoy, cuando el precio del oro experimentó una significativa alza motivada por la demanda de seguridad ante las crecientes inestabilidades en Oriente Medio, a pesar de un aumento inesperado en las ventas minoristas en Estados Unidos durante marzo.

El oro al contado registró un incremento del 0,9% llegando a los 2.365,09 dólares por onza, tras haber alcanzado un pico histórico de 2.431,29 dólares el viernes anterior. Este pico se anticipó como respuesta a las tensiones emergentes y posibles actos de represalia entre Irán e Israel.

Por su parte, los futuros del oro en Estados Unidos también mostraron un comportamiento ascendente, cerrando con una subida del 0,4% hasta situarse en los 2.383 dólares.

Bart Melek, el jefe de estrategias de materias primas de TD Securities, sugiere que estas variaciones de precio están fuertemente influenciadas por los desarrollos geopolíticos recientes, incluyendo las tensiones militares entre Irán e Israel, donde Irán realizó un ataque de drones —el primero de esta naturaleza en más de tres décadas— que aumentó la posibilidad de un conflicto regional ampliado.

A pesar del contexto de incertidumbre, el dólar logró una apreciación del 0,2% y los rendimientos de los bonos del Tesoro a 10 años alcanzaron su punto más alto en cinco meses. Estos datos reflejan una economía estadounidense que cerró el primer trimestre con solidez, aunque ahora se anticipan menos recortes de tasas de interés de lo previamente estimado para el resto del año.

Aunque el oro mantiene una tendencia al alza, expertos como Daniel Pavilonis, estratega senior de mercado de RJO Futures, advierten que los precios podrían retroceder hacia los 2.200 dólares conforme disminuyan las primas geopolíticas. No obstante, la compra estratégica de bancos centrales continúa brindando un sólido respaldo al mercado del oro.

En paralelo al oro, la plata también reportó ganancias, incrementándose un 3% hasta los 28,72 dólares, alcanzando casi su máximo de tres años. Esta alza se debe tanto a la demanda industrial, especialmente en la manufactura de tecnología solar fotovoltaica, como al interés de los inversores institucionales.

Por otro lado, el platino y el paladio experimentaron descensos, con caídas del 0,6% y 2%, respectivamente.

En resumen, el mercado de los metales preciosos continúa siendo un reflejo de las complejidades geopolíticas y económicas globales, donde el oro sigue destacándose como la opción predilecta ante la incertidumbre, aportando una interesante dinámica para los inversores y analistas del sector.